Encontré este artículo a ver si me sirve, les sirve a los que tienen hijos adolescentes:
“S.O.S.: Tengo un hijo adolescente por: Lic. Solana Ini
Fuente: familiadigital.com
Más de un padre pide socorro cuando su hijo entra en esta etapa de rebeldía, donde no acepta órdenes y transgrede mandatos parentales.
¿Qué hacer?
En esta etapa el adolescente siente que puede dirigirles la palabra a sus padres de igual a igual, y por consiguiente, donde muchas veces la falta de respeto suele ser una constante, donde en ocasiones la sabiduría y sentimiento de superioridad de los hijos desafía la palabra de los padres.
¿Cómo hacer para establecerles límites a esta edad?
Hace unas décadas las características de la adolescencia comenzaban alrededor de los 14 años de edad, pero hoy en día muchos padres y especialistas coinciden en ubicar su comienzo a partir de los 11 años. Los padres que actualmente tienen hijos atravesando esta etapa, por lo general, los han criado bajo un régimen democrático, tratando de establecer una relación de pares, sin ejercer demasiado la autoridad, siendo comprensivos y «amigos» de sus hijos. El problema comienza ante la necesidad establecerles un límite a estos jovencitos (como, por ejemplo, cuando desean hacer ciertas actividades que los padres no aprueban), quienes, confundidos bajo la creencia de que sus padres son sus amigos, no respetan las reglas impuestas por ellos.
Por lo tanto, es un error esta tendencia a establecer relaciones horizontales entre padres e hijos, esta pseudo relación de amigos que no los ayuda. Los adolescentes, en primer lugar, necesitan verdaderos padres, que los contengan, que sepan establecer límites y que puedan ser compañeros sin perder su rol paternal. Necesitan una guía desde la voz de la experiencia, paciencia y mucho, pero mucho amor.
¿Cómo establecer límites a los hijos adolescentes?
Los límites deben ser establecidos sin extremos, utilizando el sentido común. Los padres deberían acompañar el crecimiento de los adolescentes. Esto significa, no presionarlos para que crezcan antes de tiempo, haciéndolos asumir responsabilidades que los abrumen, ni detener el crecimiento mediante una actitud restrictiva o sobreprotectora. Poner límites no significa ser autoritario. Puede prohibirse determinada tarea, fomentando el razonamiento del chico y dándole las razones por las cuales los padres creen que cierto programa o actividad no es beneficioso para él. Si los padres mantienen cierta lógica en sus restricciones y pueden comunicársela a los adolescentes -quienes tienen internalizados los patrones de conducta que sus padres les han transmitido durante la infancia- podrán comprender los motivos por los cuales los padres creen que determinada salida o actividad no es conveniente para ellos Lo importante es invitar a los hijos al diálogo sin imponer arbitrariamente los límites.”
UN BUEN ARTICULO.COMPARTIDO SOLO EN PARTE ESTO ES MUCHA TEOTIA Y ESTADISTICA CADA CASA ES UN MUNDO CON LO CUAL CADA PERSONITA REACCIONA A SU MANERA RESPECTO A TODO SU ENTORNO. SUERTE CON NUESTROS ADOLESCENTES.BESOS
Así me pareció Velia, que era un buen artículo y digno de tener en cuenta, esto es la teoría e incluso el análisis, aunque la realidad es muy particular, y como bien dices a ver si tenemos suerte con nuestros adolescentes, que están perdidos, sin identificación, gracias a una sociedad sin valores y sin rumbo.
Me alegra verte por aqui, un beso muy fuerte.
Silver