Hace algunos siglos, un monje preguntó al maestro Po-Chang:
.- Maestro, ¿ qué es el Zen?
.- Cuando tengo hambre como, cuanto tengo sueño duermo.
.- No comprendo, eso lo hacemos todos- dijo el discípulo.
.- Te equivocas, porque cuando comes no atiendes a la comida, sino a la conversación o a las mil cosas que pasan por tu cabeza..- respondió Po-Chang.
Nos podemos preguntar, ¿prestamos atención en estos tiempos al acto de comer?
Comemos deprisa, hablamos mientras tanto de problemas o de trabajo, vemos la televisión, sin conceder ninguna importancia a un acto tan necesario e importante.
El Zen enseña a preparar la comida con esmero y atención, pues tan importante como los alimentos es la actitud con la que se cocinan.
En el Zen, màs en concreto en los monasterios, se respetan todos los detalles, desde el modo de sentarse a la mesa, hasta la forma de servirse o de comer, pero antes de empezar, separan del plato unos granos de arroz o un poco de lo que se vayan a comer en recuerdo de aquellos que pasan hambre, mientras recitan estos propósitos:
«El primer bocado es para cortar todo mal,
el segundo es practicar todo el bien,
el tercero es para ayudar a que todos los
seres lleguen al despertar …..»
Soy en este momento lo que estoy escribiendo, no tengo los sentidos puestos en nada más, degusto el placer de escribir.
Autor: Silver