No hay mejor lugar de aprendizaje que la propia escuela de la vida, no hay mejor regalo que vivir la vida como un eterno presente, aunque muchas cosas pasen desapercibidas por estar más preocupado en mirar hacia afuera, en vez de mirar hacia dentro y fluir hacia fuera.
No debemos tan solo de recordar el valor de vivir, sino también la felicidad de vivir y experimentar; la purificación continua de nuestra alma, en este cielo que vivimos aquí y ahora.
Paso a paso, aprendiendo de nuevo a caminar, cuidándome y cuidando mi salud, volver como un niño a sentir la aventura de empezar, de volver a empezar.
Detener mi peregrinar rutinario en la vida, y experimentar la paciencia (paz-ciencia), aprender que todo cuanto he buscado fuera estaba muy cerca de mí, es la segunda vez, pues estaba dentro de mí. Tomar un descanso, y empezar a equilibrar las balanzas. Tomar un respiro y empezar a avanzar, para que así el engranaje espiritual y físico comience a rodar al mismo ritmo.
Aprender que la humildad y el amor son más que unas palabras, es la verdadera esencia de éste ser espiritual con vivencias humanas.
Puede parecer este mensaje un acto de culpabilidad o de cobardía, en cada uno está la interpretación que quiera darle, para mí es un paso más en la rehabilitación de mi parte espiritual que espero vaya sanando conjuntamente con mi parte física.
Sé lo que tengo que hacer, DES-PREOCUPARME, y conforme lo haga seguro que la situación mejorará, lenta, LENTA PERO SEGURA.
ME AMO Y ME ACEPTO TAL COMO SOY.