UNO DE LOS PEORES SENTIMIENTOS QUE EXISTEN YA QUE DESTRUYE A LA PERSONA QUE SIENTE Y PRACTICA LA INDIFERENCIA Y A LAS PERSONAS QUE LE RODEAN.
LA INDIFERENCIA:
Es un sentimiento o postura hacia algo o alguien caracterizado por no ser ni positivo ni negativo, intermedio entre el desprecio y el aprecio y relacionada con la apatía, también es una actitud de insensibilidad y puede intensificarse y conducir a la paralización del crecimiento interior y a la autorrealización. La indiferencia endurece psicológicamente, frustra las potencialidades de efecto y compasión, acoraza el yo e invita al aislamiento interno, por mucho que la persona en lo exterior resulte muy sociable o incluso simpática. Hay personas que impregnan sus relaciones de empatía y en encanto y son totalmente indiferentes en su sentimientos hacia los demás.
Pienso que la indiferencia es una actitud auto-defensiva, que atrinchera el yo de las personas por miedo a ser menospreciados, desconsiderados, heridos e incluso ignorados, e incluso por cobardía, para no luchar contra lo que nos oprime y nos impulsa a no participar, a veces la indiferencia se cree que va asociada a una actitud de prepotencia o arrogancia, pero en muchas otras ocasiones es de modestia y de humildad, hay quiénes sólo son indiferentes en la apariencia y se sirven de esa máscara para ocultar alteraciones en las manifestaciones de la afectividad (llantos, risas inapropiadas, o en definitiva, a respuestas emocionales desproporcionadas), otros han incorporado esa actitud a su personalidad y la han asumido de tal modo que frustra sus sentimientos con los demás y se vuelven insensibles, fríos y ajenos a los demás.
Creo que a veces la indiferencia sirve como escudo, y otras para compensar las resquebrajaduras emocionales, pero cuando esta actitud prevalece es porque algunas personas tienen muchas dificultades en la relación humana lo cual si se va acrecentado y haciendo fuerte puede llegar a complicar y no dejar avanzar el desarrollo interior de las personas ya que para todo ello, principalmente para crecer interiormente es imprescindible la sensibilidad ya que es un aprendizaje indispensable y sirven para el buen desenvolvimiento de nuestros potenciales más elevados, pero nunca hay que confundir la sensibilidad con la sensiblería.
Según lo indicado anteriormente la indiferencia muchas veces es una máscara tras la cual se oculta una persona muy sensible pero que se autodefiende por miedo al dolor o porque no ha visto posiblemente satisfecha su necesidad de cariño, etc., se dice que en el desarrollo personal es necesario desenmascarar estas defensas y abrir las mejores potencialidades anímicas, ya que de otro modo quedaría inhibidas o reprimidas e impiden el proceso de maduración de las personas. Esta autodefensa que es la indiferencia normalmente dicen que se acrecienta en la adolescencia, en muchísimos niños que recurrieron a la misma posiblemente para su supervivencia, ya sea por unas insanas relaciones con los padres, exceso de vulnerabilidad en la escuela, trato con sus compañeros, etc.
Mi pensamiento es que para ir superando esto que es la indiferencia, las personas tenemos que abrirnos e ir desplegando, aun a riesgo de sufrir, pero asumiéndolo todo como si fuera un saludable ejercicio para lograr la plenitud y no seguir mutilando las energías anímicas y afectiva que son muy importantes en esta vida para sobrevivir.
Para terminar y aunque sea muy crudo el pensamiento “un ser vacío de todo deseo, de todo objetivo, que no tenga nada que aportar, no puede sentir el dolor que siente un ser que ve que su indiferencia permite que otros hagan con todos lo que ellos quieren sin oposición…”
AUTORA: CHELO BORREGUERO