Al filósofo Sócrates, que causó una verdadera revolución en el pensamiento del hombre (y por ello fue condenado a muerte), se lo veía siempre paseando por el mercado principal de la ciudad. Un día, uno de sus discípulos le preguntó:
.-Maestro, hemos aprendido con usted que todo sabio lleva una vida simple. Pero usted no tiene ni siquiera un par de zapatos.
.-Correcto- respondió Sócrates.
El discípulo continuó:
.-Sin embargo, todos los días lo vemos en el mercado principal, admirando las mercancías.
.-¿Podríamos juntar algún dinero para que pueda comprarse algo?
.-Tengo todo lo que deseo-respondió Sócrates-¡Pero me encanta ir al mercado para descubrir que sigo siendo completamente feliz sin todo ese amontonamiento de cosas!.Así me siento, que tengo todo lo que deseo, y no me hace falta más, en esa disposición vivo cada día.