Cada vez y con mayor asiduidad olvidamos las cosas sencillas, se olvidan y quedan relegadas a la espera de “tener tiempo” para ellas. La vida se convierte en ese momento en una vorágine de trabajo y circunstancias.
Os propongo, me propongo, cultivar las tradiciones que nuestros abuelos y padres disfrutaban. Cocinar la cena de Navidad (con tiempo y cariño), preparar la merienda de nuestros hijos, preparar el cumpleaños de los más pequeños de la casa, cultivar unas plantas y flores en el balcón o el jardín. Así como instaurar tradiciones propias, sentarse a leer un libro acurrucado en sillón favorito o en el rincón de la casa que más te guste, incluso disfrutar de una buena película sin más.
Me he propuesto, os propongo a todos, que cada día tengamos una propuesta del encanto de la vida, una dirección que seguir, y al final cada mes treinta objetivos cumplidos que demuestran que vivir y disfrutar es una arte y un don al alcance de cualquiera de nosotros.
Tan simple como disfrutar de una caricia y una sonrisa de tus hijos, de ir a trabajar, de todo lo que nos ocurre durante el día, de limpiar la cocina, de poner la mesa, de observar la mirada enamorada de tu pareja … tan simple y tan sencillo.
Deseo citar dos párrafos muy significativos, el primero de Robert Louis Stevenson, y el segundo de Scott Shaw:
“No hay ningún deber que mas infravaloremos como el deber de ser felices. Al ser felices sembraremos el mundo de frutos anónimos”
“Si apartas de tu vida los deseos competitivos y vives, simplemente, en tu propia paz y perfección, serás dueño de tu propio tiempo, y las cosas sencillas te llenaran de felicidad”
En este mismo instante me he recordado lo que puedo hacer con unas cuantas hogazas de pan y aceite de oliva, y compartir este momento con mi familia, me he mostrado como encontrar mis tesoros más ocultos. Con las cosas sencillas de mi vida descubro la certeza interior de una vida plena y dichosa.
Ahora sé porque me frustraba, resentía y me indignaba … era porque no experimentaba este dulce encanto de vivir sin más.
En este instante he experimentado el gozo de escribir este pensamiento, así de simple, EL ENCANTO DE LA VIDA SIMPLE.
Autor: Silverio