Su nombre era Fleming, y era un granjero escocés pobre. Un día, mientras intentaba ganarse la vida para su familia, oyó un lamento pidiendo ayuda que provenía de un pantano cercano. Dejó caer sus herramientas y corrió al pantano.
Allí, entró hasta la cintura en el estiércol húmedo negro. Se trataba de un muchacho aterrado, gritando y esforzándose por liberarse. El granjero Fleming salvó al muchacho de lo que podría ser una lenta y espantosa muerte.
Al día siguiente, llegó un carruaje elegante a la granja. Un noble elegantemente vestido salió y se presentó como el padre del muchacho que el granjero Fleming habÍa ayudado.
.- Yo quiero recompensarlo.-.dijo el noble.-.Usted salvó la vida de mi hijo.
.- No, yo no puedo aceptar un pago por lo que hice.-.el granjero escocés contestó. En ese momento, el hijo del granjero vino a la puerta de la cabaña de la familia.
.- ¿Es su hijo?.-.el noble preguntó.
.- Sí.-.el granjero contestó orgullosamente.
.- Le propongo un trato. Permítame proporcionarle a su hijo el mismo nivel de educación que mi hijo disfrutará. Si el muchacho se parece a su padre, no dudo que crecerá hasta convertirse en el hombre del que nosotros dos estaremos orgullosos.
Y el granjero aceptó.
El hijo del granjero Fleming asistió a las mejores escuelas y al tiempo, se graduó en la Escuela Medica del St. Mary’s Hospital en Londres, y siguió hasta darse a conocer en el mundo como el renombrado Dr. Alexander Fleming, el descubridor de la Penicilina.
Años después, el hijo del mismo noble que fue salvado del pantano estaba enfermo de pulmonía. ¿Qué salvó su vida esta vez? La penicilina.
¿El nombre del noble? Sir Randolph Churchill.
¿El nombre de su hijo? Sir Winston Churchill.
La historia popular de que el padre de Sir Winston Churchill pagó por los estudios de Fleming, cuando el padre de Fleming salvó la vida a Sir Winston Churchill, es falsa. De acuerdo con la biografía de Kevin Brown: «Penicillin Man: Alexander Fleming and the Antibiotic Revolution»2 Fleming describió la historia a su colega y amigo Andre Gratia como una fábula asombrosa. Tampoco fue Fleming el que salvó la vida a Sir Winston Churchill durante la Segunda Guerra Mundial. Este fue curado utilizando otro medicamento, llamado Sulphapyridine, el cual era conocido entonces por el nombre de M&B 693 por los laboratorios que lo desarrollaban: May & Baker Ltd. En una entrevista radiofónica, posterior a la guerra, Sir Winston Churchill se refirió al medicamento que le salvó la vida como «El admirable M&B».
Sir Alexander Fleming (Darvel, Escocia, 6 de agosto de 1881 – Londres, 11 de marzo de 1955) fue un científico escocés famoso por descubrir la enzima antimicrobiana llamada lisozima. También fue el primero en observar los efectos antibióticos de la penicilina obtenidos a partir del hongo Penicillium chrysogenum.
Fleming nació en Darvel Escocia y murió en Londres, Inglaterra, a los 74 años. Trabajó como médico microbiólogo en el Hospital St. Mary de Londres hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial. En este hospital trabajó en el Departamento de Inoculaciones, dedicado a la mejora y fabricación de vacunas y sueros. Almorth Edward Wright, secretario del Departamento, despertó el interés de Fleming por nuevos tratamientos para las infecciones.
Durante la guerra fue médico militar en los frentes de Francia y quedó impresionado por la gran mortalidad causada por las heridas de metralla infectadas (ej.: gangrena gaseosa) en los hospitales de campaña. Finalizada la guerra, regresó al Hospital St. Mary donde buscó intensamente un nuevo antiséptico que evitase la dura agonía provocada por las heridas infectadas.
Fleming fue iniciado en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado en 1909, en la logia Nº 2682 Santa María de Londres, y fue exaltado al grado de maestro en la logia Misericordi, también de Londres, Nº3286.
Los dos descubrimientos de Fleming ocurrieron en los años veinte y aunque fueron accidentales demuestran la gran capacidad de observación e intuición de este médico escocés. Descubrió la lisozima durante sus investigaciones de un tratamiento a la gangrena gaseosa que diezmaba a los combatientes en las guerras; el descubrimiento ocurrió después de que mucosidades, procedentes de un estornudo, cayesen sobre una placa de Petri en la que crecía un cultivo bacteriano. Unos días más tarde notó que las bacterias habían sido destruidas en el lugar donde se había depositado el fluido nasal.
El laboratorio de Fleming estaba habitualmente desordenado, lo que resultó una ventaja para su siguiente descubrimiento. En septiembre de 1928 , estaba realizando varios experimentos en su laboratorio y el día 22, al inspeccionar sus cultivos antes de destruirlos notó que la colonia de un hongo había crecido espontáneamente, como un contaminante, en una de las placa de Petri sembradas con Staphylococcus aureus. Fleming observó más tarde las placas y comprobó que las colonias bacterianas que se encontraban alrededor del hongo (más tarde identificado como Penicillium notatum) eran transparentes debido a una lisis bacteriana. Para ser más exactos, Penicillium es un moho que produce una sustancia natural con efectos antibacterianos: la penicilina. La lisis significaba la muerte de las bacterias, y en su caso, la de las bacterias patógenas (Staphylococcus aureus) crecidas en la placa. Aunque él reconoció inmediatamente la trascendencia de este hallazgo sus colegas lo subestimaron. Fleming comunicó su descubrimiento sobre la penicilina en el British Journal of Experimental Pathology en 1929.
Fleming no patentó su descubrimiento creyendo que así sería más fácil la difusión de un antibiótico necesario para el tratamiento de las numerosas infecciones que azotaban a la población. Por sus descubrimientos, Fleming compartió el Premio Nobel de Medicina en 1945 junto a Ernst Boris Chain y Howard Walter Florey.
Alexander Fleming murió en 1955 de un ataque cardíaco. Fue enterrado como héroe nacional en la cripta de la Catedral de San Pablo de Londres.