Archivos para 1 abril, 2013

sudbury

Lo escribí  un 21 de enero de 2001, pero aún hoy en día sigue vigente en mi vida este pensamiento…parar y contemplar cada detalle de la vida, de nuestra vida.

Al mediodía estaba en casa, en la cocina, a un ritmo frenético, acelerado, por las prisas de terminar, y poder descansar, con estrés y nerviosismo, y de repente oí a mis dos hijos reírse en el pasillo de casa, salí y los encontré a uno montado en una bicicleta y al otro en un triciclo, la imagen era tan intensa de amor y felicidad entre los hermanos, que entonces detuve mi ritmo frenético, paré, y gocé de la imagen que se me brindaba de mis dos hijos, dejé lo que estaba haciendo, y disfrute junto con ellos de la  alegría y del encanto de ser niño gracias a ellos, y pensé que si no se podía acabar la limpieza, ya lo haría en otro momento, pues este instante mágico que se me estaba regalando era único. Me emocioné, tenia todo lo que deseaba, el encanto de la vida simple. Y en esos momentos recordé, un fragmento del libro EL JARDINERO, de Grian, el cual paso a transcribirlo, para que todos recordemos que pararnos y contemplar, también nos hace felices:

«LAS NUBES DE LA TORMENTA SE ALEJABAN PODEROSAS TIERRA ADENTRO, Y EL SOL VOLVIA DE NUEVO A SU LABOR POR LOS RESQUICIOS DE SUS MASAS OSCURAS. UN RAYO DE SOL ILUMINO SUBITAMENTE EL RIBAZO DEL SENDERO POR EL QUE EL JARDINERO CAMINABA ASPIRANDO EL AROMA DE LA TIERRA HUMEDA, Y DESTACÓ ENTRE LAS HIERBAS LA FIGURA DE UN PEQUEÑO CARACOL QUE LENTAMENTE SE ARRASTRABA ENTRE ELLAS. EL JARDINERO SE DETUVO Y SE DEDICO A COMTEMPLARLO DURANTE UN LARGO RATO, AL CABO DEL CUAL DIJO:

.-BIENAVENTURADOS LOS LENTOS, PORQUE NO SE PIERDEN NI EL MAS MINIMO  DETALLE DE LA VIDA».

Autor:Silver

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