El término espiritualidad (del latín spiritus, espíritu) puede tener diversos y diferentes significados, que varían notablemente según la tradición, doctrina, escuela filosófica o ideología que la trate, así como del contexto en que se utilice.
En un sentido amplio, significa la condición de espiritual. En este sentido, y referido a una persona, se refiere a una disposición (principalmente moral, psíquica o cultural) que posee quien tiende a investigar y desarrollar las características de su espíritu, es decir, un conjunto de creencias y actitudes características de la vida espiritual. 3 Esta decisión implica habitualmente la intención de experimentar estados especiales de bienestar, como la salvación o la liberación. Se relaciona asimismo con la práctica de la virtud.
En un sentido es posible hablar de prácticas espirituales sin estar específicamente bajo lo que habitualmente consideramos una religión organizada, aunque generalmente no dejan de ser prácticas tradicionales.
En el occidente se relacionó habitualmente el término con doctrinas y prácticas religiosas, especialmente en la perspectiva de la relación entre el ser humano y un ser superior (Dios), así como con las doctrinas relacionadas con la salvación del alma, aunque actualmente se ha ampliado mucho su uso, y no son éstas las únicas formas en que se utiliza del término.
Se dice también de estilos o formas de vida que incluyen perspectivas relacionadas con el ámbito espiritual y sus prácticas, buscando, por ejemplo, la liberación. Otros enfoques diferentes también son posibles: (iniciación, rito, Nueva Era).
Igualmente, puede entenderse sin referencia alguna a ningún ser superior o exterior al ser humano, utilizándose el término para referirse a una «espiritualidad atea», o «sin dios».
También puede hacer referencia más generalmente a la búsqueda del sentido de la vida.
Algunos puntos de vista filosóficos, utilizan el término para hacer referencia a la oposición entre materia y espíritu, o entre interioridad y exterioridad.
Sin embargo, por el contrario, la postura filosófica de los practicantes del budismo Zen concibe la «unidad» de los opuestos: La espiritualidad es también una forma de esperanza y paz interior en nuestras vidas. Muchas personas consiguen encontrar la espiritualidad a través de la religión, otras a a través de la música, el arte o de una conexión con la naturaleza. Y mucho la encuentran en los valores y principios con los que viven su vida.
Identificarse en lo que uno hace en su vida a diario es darle un sentido a la misma, un sentido de paz, fuerza y amor, conectando con el ser interior de uno mismo.
[…] Publicado: 7 enero, 2013 en Pensamientos 4 […]
esta interesante
Gracias por entrar en el blog y leerlo…. un saludo Lucia.
Silver
También puede hacer referencia más generalmente a la búsqueda del sentido de la vida .
El sentido de la vida daría para otro pensamiento, pero el propio sentido de la vida está lleno constantemente de nuestro propio espiritu.
Gracias Adela por entrar en el blog y comentar.
Silver